Iniciamos la escapada romántica en Toledo tirando de un clásico, las espectaculares vistas de toda la ciudad desde el Valle de Toledo; ya sea desde la carretera o subiendo un poco más para contemplar esta increíble panorámica desde el Parador Nacional. La leyenda cuenta que en la noches luminosas de luna llena, aparece una sombra flotando, que no es sino el espíritu de Abul-Walid que sale de su tumba para ver la silueta de Toledo, ciudad donde fue muy feliz junto a su amada Sobeyha.
Si eres amante del arte, esta cita con uno de los grandes pintores del Renacimiento es obligatoria. Este museo abrió sus puertas en 1911 y reúne la mayor parte de la obra del artista más célebre de Toledo a principio del siglo XVII. Un plan ideal para las parejas que deseen viajar al pasado y a la mente de uno de los grandes genios universales de la pintura.
Esta apacible y coqueta plaza es una parada imprescindible para todos aquellos que visitan Toledo en plan romántico. No en vano, por este lugar paseaba el poeta por excelencia del Romanticismo, Gustavo Adolfo Bécquer, que se dice que encontró la inspiración a su paso por el Convento de Santo Domingo El Real para escribir unas de sus populares leyendas, "Tres Fechas". Sorprende a tu pareja recitando algunos fragmentos del ilustre poeta sevillano.
Se trata de otro de los emplazamientos de la ciudad más fotografiados por los visitantes, del que también se cuentan interesantes leyendas. El Baño de la Cava se encuentra en la ribera del río Tajo, entre el puente de San Martín y el puente de la Cava. Algunos sostienen que una apasionada relación amorosa entre Don Rodrigo, rey visigodo, y la hija de un conde fue lo que propició la conquista musulmana en el 711. Sea como fuere, se trata de un hermoso rincón en el que perderse y disfrutar de una fabulosa estampa del puente de San Martín.