La mayoría de apartamentos en Suecia responden a la perfección a la típica estampa escandinava: esa cabaña de madera modesta, levantada a la orilla de una lago cristalino y resguardada por un bosque frondoso que da paso a verdes praderas. Una imagen idílica que se complementa con unos interiores minimalistas e instalaciones preparadas para el confort, incluyendo en la mayoría de los casos suelo de parqué radiante.
Una cabaña de madera al lado de un lago con un bote de remos a disposición del inquilino. Barbacoa, tumbonas, árboles. Mucha tranquilidad. Ideal para desconectar del mundanal ruido pero también con rutas interesantes para visitar desde alli en coche. No le pongo más puntuación por que la decoración interior, para mi gusto era demasiado recargada. Tenía muchas cosas colgadas en las paredes y adornos y objetos personales de recuerdo por todos lados. Incluso pilas de revistas o papeleo. Me sobraban muchas cosas; en el salón había incluso una rueca de las que se usaban antiguamente para hilar. Era como estar en un museo. Hay que tener en cuenta que no tiene lavadora y no ponen sabanas. En el porche de entrada había algunas telarañas grandes.