Escapadas a Portugal

Esta escapada la tienes al norte de Portugal y te mostrará una ciudad que tiene varias zonas considerada como Patrimonio de la Humanidad. Rincones como la Ribeira, la Torre de los Clérigos o el Museo de Serralves son lugares en los que tienes que detenerte sí o sí. Además, también puedes parar a conocer una gastronomía que tiene dos estrellas indiscutibles: el vino de Oporto y los productos del mar. Con todo ello disfrutarás de un viaje corto o largo, depende del tiempo que tengas, del que volverás cargado de recuerdos.

La capital portuguesa es otro de los lugares que siempre hay que tener apuntados en la lista de futuros viajes. Si no has estado, la primera vez que escuches un fado en alguna de las tabernas de Alfama te preguntarás qué era lo que no te había llevado antes hasta Lisboa. Visita también la zona de Belem con su torre y sus famosos pasteles o descubre las decenas de miradores que hay por zonas como Chiado o Barrio Alto para vivir una experiencia única en todos los sentidos.

El sur de Portugal es una de esas zonas que los amantes de la playa y la naturaleza tienen marcada como viaje destacado. La costa del Algarve portugués es increíble contando con algunas de las mejores playas del mundo. También tienes que detenerte en rincones como la ciudad de Faro o el Cabo de San Vicente, espacios que seguro que se van a quedar grabados en tu memoria.

Famosa desde la Edad Media por su universidad, la ciudad de Coímbra es un destino perfecto para los que buscan un viaje monumental repleto de visitas culturales y mucho más. El estilo barroco de la biblioteca Joanina, el Monasterio de Santa Cruz o el de Santa Clara a Velha son lugares indispensables en cualquier escapada por el país.

Este antiguo santuario real era el lugar al que acudían los reyes de Portugal cuando querían relajarse. De aquellos tiempos quedan palacios espectaculares como el da Pena o los jardines de Regaleira con sus intrincados laberintos y sus fantasiosas cuevas. Los colores de los palacios con sus grandes chimeneas y sus portadas de azulejos son todo un espectáculo que no hay que perderse para ver la cara más lujosa y sofisticada de Portugal.