Castillos en Portugal

Según cuenta la leyenda, este precioso castillo, que data de principios del siglo XX, fue construido por los mismísimos masones creando un bello espacio que incluye un palacio, un invernadero, una capilla, varios torreones y un pequeño lago.

Si tienes la oportunidad de pasar por Alentejo, no dejes de visitar este impresionante castillo levantado sobre una roca a finales del siglo XVIII. En los jardines que lo rodean, llenos de setos, podrás acceder a la iglesia de Santa María que, en la actualidad, alberga en su interior el Museo Municipal.

También en la región de Alentejo, en concreto en el pueblo de Monsaraz, se encuentra ubicado el castillo homónimo, clasificado de Monumento Nacional y que se construyó a finales del siglo XIII. Hoy en día su parte central es utilizada como escenario para espectáculos.

En la colina más elevada de Lisboa se encuentra este castillo, uno de los monumentos más longevos de esta ciudad con más de ocho siglos y símbolo de la conquista cristiana. En la actualidad forma parte de la zona de la Alcazaba o antigua ciudadela del Medievo, que se encuentra integrada por esta fortificación y por las ruinas de un viejo Palacio Real. La empinada cuesta que te lleva a la entrada de la fortificación suele encontrarse amenizada por músicos callejeros que te sorprenderán con algún Fado típico del país. Si lo visitas durante la época estival, probablemente podrás disfrutar de diferentes festivales de teatro y música.

Este castillo templario, ubicado en la ciudad de Tomar, está considerado una de las fortificaciones militares del siglo XII más importantes de Portugal. En su interior se encuentra el convento de Cristo, considerado por la Unesco como patrimonio de la humanidad desde el año 1983.

De origen romano, este castillo se fortificó bajo el mandato árabe. En el siglo XV se transformó en palacio por orden del rey Manuel I y en la actualidad alberga una preciosa posada.