Casas rurales en Oviedo

La mejor forma de explorar esta bella tierra es alojarte en una casa rural de la zona y emprender la famosa ruta de los Palacios. Se trata de un recorrido de 40 km que permite adentrarse en la naturaleza, historia y cultura asturiana, pues atraviesa bosques, valles, palacios, miradores con vistas panorámicas que quitan el aliento y pueblos que parecen sacados de un cuento de hadas. La ruta comienza en la preciosa capital del concejo, Posada de Llanera, y permite conocer el Palacio de Villanueva, la Torre de los Valdés y el Palacio de Villabona en San Cucao.

Su pasado minero queda patente en los pozos y castilletes que abundan en la zona. Lo puedes vivir más de cerca si reservas una casa rural sierense y emprendes la ruta de Jovellanos, en cuyo transcurso descubrirás las minas de carbón explotadas desde el siglo XVIII y las antiguas viviendas de los mineros. Durante este apasionante trayecto también descubrirás el Palacio de Valdesoto, el viejo túnel del ferrocarril de Langreo, el Palacio de Cavanilles-Centi, pequeños poblados de la Quintana, la Penerona y la Matuca, la iglesia de San Esteban de los Caballeros y el Palacio de Aramil.

Es el concejo más pequeño de Asturias, pero también uno de los más prósperos e idóneos para reservar una casa rural. Cuenta con las mejores industrias chacineras y cárnicas del principado, por lo que las fiestas gastronómicas en Noreña no tienen parangón. Tan importante es aquí el sector chacinero que la capital del concejo exhibe una estatua de cerdo a escala real ubicada cerca del ayuntamiento. La veneración a la industria cárnica por los lugareños les ha llevado a crear la Orden de Sabadiego. Se trata de una cofradía que promueve el consumo del chorizo negro de sabadiego y organiza fiestas gastronómicas con él como protagonista.

Si quieres practicar un turismo rural de calidad y a la vez disfrutar de la playa, reserva una casa rural en Cudillero. Se trata de uno de los concejos más entrañables y pintorescos de Asturias. Anclado entre el mar y la montaña, tiene forma de anfiteatro compuesto por preciosas casas de colores que confluyen en un animado puerto repleto de yates y barcos pesqueros. El concejo de Cudillero atesora espectaculares acantilados, magníficas playas, valles de un verdor imposible, vertiginosas cascadas y exquisita gastronomía que sabe a mar.

Aquí hay actividades para todos los gustos. Así, los fans del automovilismo disfrutarán del circuito de karting y el Museo Fernando Alonso. A su vez, los amantes del golf podrán practicar su deporte favorito en el campo La Morgal. Sus instalaciones albergan un restaurante con terraza, donde podrás degustar la suculenta cocina local acompañada de un buen vino. A pocos metros de aquí encontrarás pistas de tenis y pádel, velódromo, parque infantil y las piscinas de La Morgal, perfectas para pasar un fantástico día en familia.

Asturias es famosa por su elaboración artesanal de sidra, pues es el signo de identidad del principado. Si deseas probar la mejor sidra asturiana, dirígete a la capital de la manzana, Villaviciosa. Esta fértil tierra está repleta de campos de pumaradas y alberga el mayor número de lagares de referencia. Y no olvides visitar sus espectaculares playas, consideradas unas de las mejores de Asturias.

Situada en la parroquia de San Román, a 30 km de Oviedo, esconde un gran número de pinturas rupestres que tienen entre 20 000 y 40 000 años de antigüedad y forman parte del Patrimonio de la Humanidad. Los hombres prehistóricos utilizaban la cueva como un lugar de culto, de ahí el halo místico que inunda todo su interior. Recuerda que para visitar la cueva de La Peña es necesario reservar entradas con antelación.

A 2 km de la villa de Cudillero se encuentra el precioso pueblo de El Pito. Su casco alberga el famoso Palacio Selgas del siglo XIX, conocido como el Versalles asturiano por su belleza arquitectónica y grandes obras de arte que posee en su interior. Entre ellas, cuadros de Goya y El Greco, así como una valiosa colección de esculturas, tapices, cerámica, mobiliario y objetos de orfebrería. El palacio está rodeado por un espectacular jardín romántico de 90 000 metros cuadrados, repleto de fuentes, esculturas, terrazas, balaustradas, escalinatas, lagos y praderas.