Situada al norte de Portugal, en la ciudad de Oporto se respira cierto aire de decadencia paseando entre sus viejos callejones, contrapuestos por sus barrios elegantes. La ciudad ofrece al viajero la posibilidad de alojarse en cualquiera de sus múltiples apartamentos. En Oporto existen numerosos alojamientos y alquileres vacacionales, lugares donde se puede descansar por muy poco dinero aunque con todas las comodidades necesarias.
El apartamento está bien, pero es una casita de dos pisos y tiene unas escaleras empinadísimas para subir a las habitaciones. No ponía nada de eso en el anuncio y viajábamos con mi madre, de 81 años. Las escaleras fueron una sorpresa muy desagradable. Por lo demás, está bien, las colchones son cómodos, pero la litera es un poco incómoda para dormir dos adultos, para niños está bien. Lo más desagradable fue el tremendo olor a humedad que nos recibió como un guantazo al abrir la puerta la primera vez. Dejando la ventana abatida es más tolerable, la primera impresión fue horrorosa, como para salir corriendo. Luego mejor. El horno es también microondas, no lo descubrimos hasta el último día. En resúmen: Bien ubicado, junto al metro, bien decorado, buenos baños y cocina, todo nuevo y buen precio. Peeeeeero... las escaleras, literas y el olor a humedad le quitan bastantes puntos. Aún y todo, probablemente me volvería a alojar ahí.