Para el deleite de sus nadadores, las aguas de esta zona se mantienen a una temperatura de 25 °C. Pero no es lo único que ofrece; también tendrás espacios de aseo, juegos infantiles, zonas para comer y un quiosco para adquirir algún tentempié. Al ser un lugar plagado de leyendas antiguas, al lado de la piscina natural descubrirás una fuente de siete caños con inscripciones de siglos pasados, además de retablos cerámicos de la virgen. Si eres de los más osados que se animan a ir aguas adentro, no deberías perderte un recorrido por el río para disfrutar de las grietas y de las paredes de la montaña que dibujan el camino del agua. No olvides llevar calzado adecuado, ya que las piedras pueden jugarte una mala pasada.
Este pueblo se ha vuelto famoso a lo largo de los años por su manantial de agua minero-medicinal, conocido como Fuente de Baños. De allí surge este establecimiento que utiliza esa agua de manera terapéutica. En este sitio se tratan enfermedades como el estrés, problemas de circulación, respiratorios y reumatológicos. Pero si afortunadamente no sufres ninguna de estas dolencias, disfruta de los tratamientos corporales a base de productos de belleza mezclados con el agua termal.
Frente al río Mijares, este complejo aprovecha las aguas termales de la Fuente de Baños para ofrecerte un espacio libre de estrés. Si optas por el spa, los profesionales del lugar te guiarán a través de la ducha escocesa, linfática y bitérmica, además de la sauna finlandesa, baño a vapor, hidromasaje y piscina termal. También disfrutarás de una sesión de aromaterapia y cromoterapia, un popular método de armonización del cuerpo a través de los colores. Para finalizar el día totalmente relajado, pero con el estómago contento, el restaurante del hotel te presenta una amplia variedad de exquisiteces para todos los gustos.