Jaén yace recostada sobre el cerro de Santa Catalina, rodeada de un mar de olivos, en el interior de Andalucía. La capital de la provincia más diminuta de la comunidad puede presumir de haber sido la frontera del Reino de Castilla y el nazarí de Granada y encrucijada de numerosas culturas. Todas han dejado su huella, que se puede apreciar en algunos de sus monumentos más insignes, como el castillo de La Mota o Alcalá la Real. Desde las casas rurales en Jaén el viajero se adentrará en una ciudad que destila esencia rural, recorrerá la judería y disfrutará de su gastronomía típicamente mediterránea.
Casa situada en los olivares en una posición elevada - magníficas vistas, relajante y muy tranquilo, maravillosos senderos para caminar justo en frente de la casa. La calle de la casa está lejos de la calle principal, el diseño interior nuevo y de moda, estilo neutral y elegante, nos gustó mucho. Consejo: Breve descripción del camino a la casa y una lista de residuos de manejo, entrega, etc. Respuestas muy útiles y rápidas, para nosotros fue una buena experiencia