Casas rurales en Jaca

Jaca Datada a finales del siglo XVI, esta fortificación estrellada se integra perfectamente en el entorno urbano. Está rodeada de grandes explanadas verdes que se convierten en punto de encuentro social durante el día y la noche, así como por servicios hosteleros, atractivas casas rurales y numerosos servicios. Los niños disfrutan mucho aquí, porque les permite ver con frecuencia a los ciervos del foso de la fortificación. ¡Todo cerca y la ubicación estratégica es un plus para quien se aloja en esta área!

Es una barrio con encanto, poblado de callejuelas, tabernas, puntos de encuentro y un acusado carisma. Es una zona diferente y con buena animación nocturna en sus proximidades, recomendable para encontrar un alojamiento de turismo rural atractivo para la gente más joven y marchosa.

En las inmediaciones de la catedral de San Pedro se apiñan las calles estrechas, peatonales y cargadas de animación. Dormir en una casa rural de Jaca junto a la que está considerada la primera catedral romántica de toda España es un privilegio. El encanto de estas casas rurales asegura bienestar, calidad turística y una mayor conexión con este destino turístico.

Esta parte céntrica y muy bien comunicada con los principales atractivos turísticos de Jaca es una elección idónea para grupos con niños. La presencia de un parque con zona de juegos, en el que suele celebrarse la Feria del Libro en julio o agosto, y la proximidad de la Ciudadela, así como los múltiples servicios disponibles, hacen de esta localización un lugar perfecto para alojar a familias.

Jaca A unos 10 km en dirección norte de Jaca se encuentra este municipio adscrito a su término judicial. Conocido como el pueblo de las Cien Reliquias, porque guarda un centenar de ellas en una arqueta de la iglesia parroquial desde tiempos ignotos, incluye casas rurales con encanto y estupendos servicios. Es ideal para visitantes viajeros que desean explorar el Valle Aragón y organizar rutas en coche. La Estación Internacional de Canfranc es una visita obligatoria inolvidable. También la cueva de las Güixas y la Torre de los Fusileros en Canfranc. El ambiente es algo más pirenaico y autóctono que en la más urbana y señorial Jaca.

Solo necesitas la voluntad de caminar para iniciar un recorrido fascinante por el centro de Jaca. Fíjate en sus matices, sus edificios únicos, el salpicón de locales gastronómicos, las calles angostas y el palpitar permanente de este fantástico itinerario.

En el entorno de Jaca puedes encontrar algunas de las mejores pozas del Pirineo. Además, a solos unos minutos de paseo desde el centro, tienes a tu disposición el río Aragón, que alberga en esta capital zonas estupendas para bañarse, incluso en familia. Con el majestuoso marco de la Peña Oroel y el puente de San Miguel ya mencionado, la experiencia resulta inolvidable.

Esta ruta clásica de senderismo tiene una longitud, de ida y vuelta, de 7 km. La realizarás en unas 3 horas. Durante el recorrido vas a acceder a enclaves como el monasterio de San Juan de la Peña, impresionantemente excavado en la roca, y la ermita de la Virgen de la Cueva.

Muchos visitantes de Jaca reservan aquí casas rurales, en temporada alta invernal, para practicar esquí y deportes de invierno en las estaciones de Astún y Candanchú, a unos 30 km de distancia. En la época de nieves, el turismo rural en esta región se multiplica y la experiencia deportiva alcanza cotas de gran nivel. Se trata de pistas muy bien equipadas, modernas, dinámicas y con opciones para todo tipo de esquiadores, desde los más experimentados a los neófitos y las familias con niños.