Si decimos que es el mejor parque acuático del mundo, posiblemente pensarás que estamos exagerando. Lo cierto es que es el más grande de Europa y lleva seis años consecutivos siendo elegido como el número uno del planeta por los usuarios, por delante de otros espectaculares localizados en Emiratos Árabes, Brasil, Australia o Estados Unidos. Lo realmente importante es que lo pasarás en grande en su indescriptible Dragon, descendiendo a 80km/h en su tobogán de 28m o con la prolongada zona de oscuridad situada en su formidable atracción de rápidos.
Dotado con más de 30 toboganes y equipado con diferentes zonas que se adaptan a los visitantes más variados, desde los que quieren experimentar la adrenalina pura a quienes prefieren relajarse en una zona chill out, es uno de los dos mayores de Gran Canaria y no deberías perderte sus rápidos ni su espectacular Gran Anaconda.
Es el único parque acuático con delfinario de Tenerife. Dispone de un gran número de atracciones incluidas en el característico paisaje autóctono. Tanto la Torre del Kamikaze como el Crazy Razy se dirigen al público más atrevido, aunque también ofrece entretenimientos más sosegados como el Árbol, el Twister o el Congo River.
Se localiza en el municipio de Mogán y presenta una significativa particularidad: es el único de agua salada de Gran Canaria. Permanece abierto todo el año y ofrece a los pequeños de la casa un estupendo mini parque infantil, además de contar con minigolf, bolera, zona de spa y bufé donde comer deliciosamente. La visita se completa con la observación y el contacto con los delfines, cuya asombrosa inteligencia proporciona shows inolvidables.
Ubicado en la localidad de Corralejo, en Fuerteventura, este parque acuático cuenta con numerosas atracciones entre las que destacan la piscina de olas, el tobogán cerrado que incluye un rápido descenso a oscuras, atrevidos kamikazes, pistas familiares, mini pistas, un gran jacuzzi y zigzagueantes descensos en los que se van sucediendo las curvas de un modo tan emocionante como divertido.