Villas y chalets en La Palma

Cuando visitas una isla de pequeño tamaño como esta, todo se encuentra cerca y bien comunicado. La ubicación de las villas en La Palma se beneficia también de esta realidad. Tanto es así que, desde la tuya, llegarás en poco tiempo a cada uno de los atractivos turísticos que desees visitar, como el Bosque de los Tilos.

A menudo, las normas y los procedimientos exigidos en los hoteles te impiden disfrutar tus vacaciones. Tener que cumplir unos horarios, por ejemplo para comer o para bañarte en la piscina, genera ciertas incomodidades. ¿Qué pasa si te apetece disfrutar del jacuzzi, en pareja, bajo la luz de la Luna? Las villas en La Palma son una extensión de tu hogar.

Contar con cocina propia, plancha, lavadora, zona de barbacoa o tumbonas siempre disponibles son beneficios habituales de una villa. Cuando viajas con niños pequeños, estos servicios adicionales te proporcionan una flexibilidad muy valiosa. Además, la mayoría de estas vivienda admiten la presencia de mascotas, por lo que puedes viajar con tu familia al completo.

¿Cuántas habitaciones necesitas? Al alojarte en villas en La Palma tus necesidades de espacio quedan plenamente satisfechas. Esto significa que puedes llevar más cosas a tu viaje y tendrás sitio de sobra. ¿Vas a hacer submarinismo en Puerto Naos y quieres llevarte tu equipo? No hay problema, hay sitio suficiente.

Alquilar estas casas vacacionales está a tu alcance. Su precio es moderado y, como se divide entre el número de huéspedes, el coste individual se reduce mucho. Si, además, alquilas por periodos largos, el importe sale aún más económico. Suma a esta realidad todo lo que te puedes ahorrar en conceptos como aparcamiento, lavandería, ocio, bares y comidas fuera de casa.

Como en el resto de las islas Canarias, el tiempo templado se mantiene durante todo el año. Hace calor todos los meses, por el clima tropical de sabana que caracteriza a La Palma. Esto te permite disfrutar de las playas y las zonas de baño de la isla, como Charco Azul, La Fajana, La Veta o Playa Nueva.

Existen pocos lugares mejores en el mundo para observar las estrellas. No es casualidad que albergue uno de los telescopios más importantes del planeta, situado en el Observatorio del Roque de los Muchachos. Los miradores astronómicos se suceden y las experiencias románticas o relajantes son excepcionales.

Si adoras las excursiones pedestres por la naturaleza, desde las villas en La Palma se accede a un buen número de itinerarios espectaculares. La ruta de Los Volcanes y la del Parque Nacional de la Caldera de Taburiente figuran entre las más famosas. Este último enclave cuenta con trece itinerarios diferentes, por lo que siempre vas a encontrar una opción a la medida de tu grupo.

El bosque de los Tilos es uno de los lugares más cautivadores del mundo, te sientes como si protagonizaras un pasaje del Señor de los Anillos en el Bosque de Fangorn. Salinas de Fuencaliente, los pueblos coquetos y las piscinas naturales son otros encantos de una isla que, toda ella, es Reserva de la Biosfera. Es un ecosistema procedente de la era terciaria en el que no deberías dejar de visitar el Centro de Interpretación.

Santa Cruz de La Palma presenta un ambiente diferencial con sus balcones floreados, las calles adoquinadas y el ritmo nativo. Su casco histórico, que se remonta al siglo XV, es extremadamente cautivador. Disfruta en él de la más icónica esencia del pasado.