Ubicadas en un idílico paraje rural, a 36km de Ourense, las termas de Prexigueiro permiten disfrutar de un baño relajante en plena naturaleza, con bosques y montañas como telón de fondo. Sus instalaciones albergan un circuito termal al aire libre que consta de cinco pequeñas piscinas de agua caliente, donde la temperatura se mantiene estable a 41-42ºC. Además de las termas calientes, el recinto cuenta con dos pozas de agua fría, duchas, saunas, vestuarios, cafetería, terraza con tumbonas y una sala donde se realizan sesiones de hidromasaje, chocolaterapia, vinoterapia y tratamientos con algas.
Situadas a las afueras de Ourense, estas termas con vistas al río Miño son un lugar ideal para desconectar de la ciudad. Su recinto cuenta con dos circuitos termales, Zen y Celta, que se complementan el uno al otro y ofrecen sensaciones muy distintas pero todas muy beneficiosas para la salud. El circuito Zen, inspirado en la milenaria cultura japonesa, alberga seis termas de agua caliente que ayudan a relajar los músculos y eliminar el estrés. El circuito Celta, cuyo ambiente recrea la estética de los antiguos poblados celtas de Galicia, ayuda a activar la circulación y alivia las contracturas musculares a través de chorros, burbujas, cascadas y choques térmicos a base de agua fría y caliente.
Ubicado en un entorno paradisíaco a las afueras de Lugo, este balneario alberga antiguas termas romanas y una piscina termal moderna, cuyas aguas mineralizadas aportan grandes beneficios para la salud. Por su antigüedad, las termas ya no se utilizan, pero se pueden visitar como una atracción de gran valor histórico. La piscina con chorros subacuáticos invita a relajarse y recuperar la vitalidad perdida en sus aguas sulfuradas, cuya temperatura no baja de 43.8ºC. A los visitantes del balneario también se les ofrecen sesiones de masaje manual, duchas circulares con efecto relajante, baños de burbujas con aire a presión y todo tipo de tratamientos faciales y corporales a base de agua termal.