En la parte más alta del valle del Aude y a 50km de Carcasona, una impresionante ciudad histórica fortificada, se encuentra esta población salpicada de termas de agua con baja mineralización que destacan por dos grandes atributos: su capacidad relajante y sus propiedades para curar las articulaciones y el reuma. Puedes elegir entre sus distintos balnearios y sus pilas naturales forestales, con baños que rondan los 40 ºC de temperatura.
Es el primer destino termal de Francia y, desde luego, ofrece sobradas razones para ello. Sus curas termales tienen fama de solucionar numerosas enfermedades crónicas. Lodos termales y aguas minerales en forma de baños, duchas submarinas, insuflaciones con gas, inmersiones e incluso masajes forman parte de sus tratamientos. Esta ciudad cuenta en la actualidad con 15 establecimientos y atesora una gran tradición termal desde la época romana, si bien fue en el siglo XIX cuando empezó su explosión y fama mundial como destino termal.
Desde que en 1824 se fundó La Rotonde, una casa con baños termales en torno a las aguas con propiedades curativas que fluyen a unos 28 ºC, multitud de visitantes acuden a sus 4 piscinas para bañarse plácidamente en los Alpes, a 900m de altura entre los municipios de Guillestre y Risoul.
Las aguas que emergen desde las profundidades de la tierra a 60 ºC en el parque natural regional del Pirineo Catalán se enfrían al mezclarse con las aguas del río Tét, alcanzando una temperatura óptima para el baño. Para llegar hasta ellos hay que tomar la carretera a Conflent, justo con antelación al túnel de Thuès.
Esta villa de pasado glorioso que se encuentra protegida por una impactante fortaleza del siglo XIII está rodeada de hermosa vegetación y cuenta con fama histórica de aguas terapéuticas. Alberga un barrio termal que solía ser utilizado por los más grandes de la realeza y el imperio galos. Puedes disfrutar allí de paquetes de relajación y bienestar, así como mejorar distintas afecciones reumáticas y ginecológicas en sus instalaciones, que han sido declaradas monumento histórico. Es, sin género de dudas, una gran combinación de hidroterapia y encanto histórico.