Es una de las ciudades más visitadas por turistas de todo el mundo, pues ofrece un gran abanico de oportunidades para disfrutar durante todo el año. Oxford Street es una zona en donde residen las tiendas más atractivas de la ciudad, en donde se puede encontrar variedad de productos a un coste asequible. El Palacio de Westminster ofrece la posibilidad de visitarlo con una guía especializada.
Es un destino turístico por excelencia debido a sus atracciones diurnas y nocturnas. Su gran variedad de restaurantes de lujo y clubs nocturnos permite disfrutar de noches sumamente entretenidas. Además, se puede conocer playas exclusivas, tales como, Praia do Carneiro, Praia de Mindelo y Praia do Senhor da Pedra. En el centro de Oporto se encuentra la zona denominada Cordoaria, en donde es posible apreciar la Torre de los Clérigos y el Museo de la Fotografía.
La capital de Francia ofrece lugares emblemáticos para conocer, tales como, la Torre Eiffel, el Arco del Triunfo o la catedral de Notre Dame. Además, brinda una red de transporte público eficiente y extensa, para recorrer la ciudad de manera rápida y a un coste realmente asequible. Es aconsejable conocer el museo de Louvre, pues es el más importante de Francia y el más visitado a nivel mundial. Si se desea disfrutar del aire libre, los jardines de Luxemburgo es la mejor opción.
La capital holandesa ofrece restaurantes en donde se puede disfrutar de exquisitos platos regionales. Wynand Fockink es una casa de degustación de licores y jenever, un producto típico de Holanda, ubicada próxima a la plaza Dam en la estrecha calle Pijlsteeg. Otra alternativa es hacer un recorrido por los restaurantes y las terrazas para probar los sabores holandeses por excelencia. También hay parques de atracciones, museos para niños y zoológicos en donde es posible admirar fauna autóctona.
La capital de Italia alberga edificaciones que fueron declaradas como patrimonio de la humanidad por la Unesco. Entre los más destacados están la basílica de San Pablo Extramuros, el palacio de la Cancillería y el palacio Pío. Todos los turistas que llegan por primera vez a Roma deciden conocer la Fontana de Trevi, la fuente más grande de la ciudad.