Las casas rurales de Carnota son todo un ejemplo de la arquitectura tradicional coruñesa, condicionada en gran parte por las labores propias del litoral. Como ocurre en prácticamente toda la región gallega, la madera y la piedra se presentan como elementos principales en las construcciones costeras que todavía mantienen el espíritu de los pescadores del Atlántico y de las Rías Bajas.
El hotel está recién estrenado y éramos de los primeros clientes. El enclave es único y garantiza una desconexión total con el susurro del mar de fondo.