Ubicado al norte de la provincia de Castellón y junto al Mediterráneo, Benicarló es el lugar perfecto para pasar unas vacaciones gracias a su privilegiado clima; su gastronomía, en la que sobresalen las alcachofas; sus particulares fallas y sus edificios religiosos como la popular ermita del Cristo del Mar.
Todo muy bien, la acogida fantástica, para poner un pero, cocina pequeña sin mesa y mesa del salón muy pequeña si vas con niños, es díficil comer allí los 4. Las camas muy cómodas, el salón no tanto.