Casas rurales en Badajoz

Este pueblo badajocense alberga un conjunto histórico declarado Bien de Interés Cultural en 1991 y el yacimiento arqueológico de Nertóbriga. El edificio más importante de su conjunto histórico es el Castillo Templario del siglo XIII, pero también destacan edificios como el Palacio de los Condes de Torrepilares, la iglesia de Santa Ana o la Casa de los Peche. El pueblo en sí, ubicado en una encrucijada histórica, es una estampa pintoresca, fruto de la mezcla de tradición andaluza y extremeña. Experiméntalo en primera persona desde una casa rural cercana.

El patrimonio histórico de este pequeño pueblo es la causa de que ciertos viajeros se decidan a buscar casas rurales en Badajoz. Tras sus murallas se alza el Alcázar de los Duques de Feria, con su arquitectura gótico-mudéjar en el interior. Una vista panorámica del pueblo abarcaría también la iglesia de la Candelaria. Por lo demás, se trata de un emplazamiento perfecto para callejear por la parte histórica y probar platos de gastronomía local como las migas extremeñas o el zorongollo.

Este pueblo es otro de los motivos para buscar una casa rural en Badajoz. Y es que en él se combinan a la perfección historia y paisaje natural. En primer lugar, su Conjunto Histórico-Artístico alberga monumentos como la iglesia de Nuestra Señora de la Granada, el Palacio de los Zapatas o el convento de Santa Clara. Pero además gustará mucho a los amantes del senderismo, que podrán explorar la finca municipal de la Morolla, con sus encinas, alcornoques, ciervos y jabalíes.

En la frontera con Portugal y a orillas del Guadiana se encuentra este pueblo de pequeñas casas rurales blancas y calles empedradas. Es también un lugar excelente para empaparse de historia a través de sus monumentos, sobre todo en el recinto del castillo medieval con la famosa Torre del Homenaje. Cuenta también con un curioso Museo Etnográfico Extremeño, que es el mejor sitio para conocer más a fondo las costumbres de la zona a lo largo del tiempo.

Una escapada rural por Badajoz no debería terminar sin pasar por este encantador pueblo de la sierra Suroeste. Es ideal para los excursionistas que busquen rutas de senderismo, pues muy cerca se ubican espacios naturales como el valle del río Ardilla o los pantanos de Brovales y Valuego. Asimismo, en el pueblo se pueden visitar diversos palacios de tipo señorial, como el de Guzmán Sotomayor o el de los marqueses de San Fernando.

Naturaleza, aire puro y dehesas infinitas por las que conocer la fauna y flora extremeña. Así se podrían resumir los 70 km de longitud de la sierra de San Pedro, en la zona norte de Badajoz. Una ruta por estos parajes es perfecta para descubrir especies típicas de la región como el águila imperial ibérica o el lince ibérico.

Si lo que quieres es un plan para toda la familia, ¿por qué no probar con una travesía en kayak por el Guadiana? No solo constituye una divertida forma de ocio, sino que sirve también para aprender acerca de la fauna en un enclave ornitológico privilegiado. A su paso por Badajoz, este río forma el embalse Azud del Guadiana, que es extremadamente rico en especies de aves.

Badajoz Las dehesas de alcornoques esconden a veces espectaculares vestigios de la Prehistoria, y así sucede con los dólmenes locales de Carmonita, Romo, Lácara o Malpica. Así, una gran idea es emprender una ruta por los dólmenes y menhires de Badajoz. Tan solo necesitas una casa rural estratégicamente ubicada para salir a la aventura.

En la parte sur de Badajoz, cerca de pueblos como Barcarrota, Táliga y Alconchel, se localizan numerosas cañadas que son el hogar de múltiples especies de aves típicas del entorno: cigüeñas negras, buitres negros y leonados, búhos reales, garzas, grullas... Se trata de una ruta estupenda para recorrer en familia. Además, se puede combinar con una visita al cercano Parque Arqueológico El Rebellao, otro de los puntos de interés de la dehesa sur.