A pesar de estar situados a apenas 15km de la cosa cantábrica, algunas de sus montañas superan los 2 500m de altitud. Hay infinidad de rutas de senderismo adecuadas a todos los niveles, por lo que puedes elegir entre recorrer alguno de sus valles o subir a las montañas. Desde Bulmes, por ejemplo, parte una ruta de 3km que pasa por el mirador de Bulmes, desde el que se puede contemplar la cima del Urriellu. Este es el monte más conocido de los picos de Europa, debido a su forma, que atrae cada año a multitud de escaladores.
Situada en el término municipal de LLanes, muy próxima a los picos de Europa, en esta playa las montañas se adentran, literalmente en el mar. El paisaje es tan espectacular que merece la pena visitarlo en cualquier época del año. Otro de los atractivos de la zona es la gastronomía, ya que el mar Cantábrico es rico en pescado y mariscos. Bogavantes, nécoras, salmonetes o bonito son algunos de los más apreciados. Por lo que respecta a la carne, el plato más típico de la zona es el cachopo. Seas más de pescado o de carne, lo recomendable es que acompañes tu comida con un buen vaso de sidra. Solo por el espectáculo de ver cómo la escancian ante ti, la experiencia merece la pena.
Otra de las playas de obligada visita, ubicada en el concejo de Valdés, es Cadavedo. Se trata de una playa salvaje rodeada de prados, bosques y acantilados, que atrae tanto a aficionados a la pesca como a surfistas y buceadores. También se encuentra en la ruta del Camino de Santiago, por lo que es habitual que los peregrinos hagan un alto en el camino para disfrutar de este enclave único. Igual que en los otros lugares, es posible encontrar alojamientos rurales en los que los perros son bien recibidos.