¿Conoces la leyenda de los amantes de Teruel? Hace más de 800 años, Isabel de Segura y Diego de Marcilla protagonizaron una de las historias de amor más bonitas que nunca se han contado. Esta ciudad la revive cada año a mediados de febrero y se viste de ambiente medieval y trajes increíbles para ello. Su vocación de ciudad del amor se agiganta día a día y sus encantos resultan fascinantes para los enamorados que desean estar juntos.
En realidad, cualquier enclave del Pirineo aragonés, rodeado de paisajes prodigiosos, casas de piedra y madera, nieve en invierno y la amabilidad de los altoaragoneses, es un entorno único para explorar el amor. Esta localidad prepirenaica, además, ofrece una atmósfera medieval incomparable, con murallas, castillos y callejuelas impresionantes y animados veladores en los que dejar pasar el tiempo mientras acaricias la mano de quien amas.
La capital de Aragón es una ciudad moderna y bimilenaria que os ofrece grandes contrastes y magníficos servicios. Tras una cena romántica en uno de sus excelentes restaurantes, por ejemplo en el entorno del mítico El Tubo, o después de contemplar el espectáculos de luces y sonido de la fuente del parque José Antonio Labordeta, te animamos a pasear por la ribera del Ebro, cruzar el puente de Piedra y admirar la bella silueta de la basílica del Pilar junto a tu amor.
Allí donde el agua juega con la naturaleza formando cascadas y saltos prodigiosos, en la localidad zaragozana de Nuévalos, los visitantes disfrutan de un espectáculo sensorial que engancha y emociona. El recorrido puede completarse con un pícnic o una exquisita comida en su restaurante, así como con la visita al recinto monacal en cuyas dependencias existe un hotel temático magnífico. ¿Te imaginas pasar en él una noche de pasión en la mejor compañía?
Las espectaculares paredes verticales que encontraréis en este lugar parecen una alegoría de la naturaleza sobre al amor que sentimos las personas más afortunadas: imponente, admirable y siempre único. Podéis completar vuestra escapada haciendo rafting u otras experiencias de turismo activo, degustando los excepcionales vinos del Somontano o relajándoos en un spa maravilloso.