Uno de los principales atractivos para las turistas que deciden visitar el país es poder esquiar en Andorra. Situada en los Pirineos, este paraíso alpino ofrece kilómetros de pistas donde los amantes del esquí podrán ser los primeros en estrenar una nieve de la máxima calidad. Además de sus pistas infinitas y sus completas estaciones de esquí, este destino ofrece numerosas actividades de invierno en contacto con la naturaleza de la zona.
Grandvalira, es la más grande de los Pirineos, con más de 200 km de pistas para esquiar en Andorra y disfrutar de la nieve. Dada la amplitud de la estación, sus pistas se dividen en los sectores de Soldeu, Canillo, Encamp, Pas de la Casa, El Tarter y Grau Roig. Sus pistas solamente están en funcionamiento durante la temporada de invierno y están equipadas con todos los servicios necesarios para vivir días inolvidables en la montaña. Uno de los servicios más destacados es el mushing, un trineo tirado por perros cuyo recorrido discurre por paisajes espectaculares.
Por otro lado está la estación de Vallnord-Pal Arinsal, dos estaciones que a pesar de no estar unidas físicamente, juntaron sus servicios e instalaciones, sumando unos 63 kilómetros de pistas. La estación a su vez está dividida entre las estaciones de Ordino Arcalís y Pal Arinsal.